7 claves para usar bien el microondas

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Los hornos microondas se usan para calentar o descongelar la comida. Estos electrodomésticos, que cocinan los alimentos en mucho menos tiempo que los convencionales, han generado algunos falsos mitos en torno a sus efectos sobre la salud; creencias erróneas pues usan un tipo de radiación electromagnética inocua al tener una longitud de onda de centímetros, que excitan las moléculas polares de los alimentos.

Las ondas son similares a las que usa la radio o el televisor, pero de frecuencia superior (unos 2,5 GHz). El agua de los alimentos absorbe la energía de estas ondas, que se transmite en forma de calor, a través del choque entre partículas, al resto de sustancias que contienen los alimentos. El empuje que dan las microondas es muy rápido, de centenas de veces por segundo, y las moléculas excitadas no son más que moléculas calientes.

El hecho de que el agua sea polar –esto es, tiene cargas positivas y negativas– significa que se calienta, y ello explica también que no todo se caliente en el microondas: si ponemos una bandeja de porexpan veremos que este no se calienta, y esto es así porque no es polar.

El microondas es seguro

El portal ElDiario explica en un artículo que es importante diferenciar entre radiaciones ionizantes y radiaciones no ionizantes. Las primeras, que no son las que emiten los microondas, son radiaciones electromagnéticas que pueden romper enlaces químicos y dañar células. Proceden de materiales radioactivos, de los conocidos rayos X o radiación ultravioleta de alta frecuencia, y pueden ser nocivas.

Las radiaciones que emiten los microondas son no ionizantes, que no son peligrosas. Las ondas de los microondas, como se ha explicado, calientan, no ionizan. Tampoco destruyen nutrientes porque las ondas no rompen enlaces químicos de los alimentos ni dañan sus células, y porque la temperatura máxima que se consigue es de unos 100ºC, mucho menor que la de otros métodos como la plancha o la fritura. Por tanto, hay menos pérdida de vitaminas.

7 claves para usarlo bien

Utilizar el microondas para preparar la comida no conlleva riesgos, siempre que se use de forma adecuada y se haga un uso responsable, igual que ocurre con otros métodos de cocción, como los fogones o el horno. Si sabemos cómo utilizarlo, el microondas es tan seguro como cualquier otro electrodoméstico.

Estas son las claves para usar bien el microondas:

  1. Utilizar siempre recipientes aptos para microondas. Los plásticos aptos para microondas tienen que indicar que lo son, mediante una leyenda o un símbolo.
  2. No superar los tiempos de cocción que recomienda el fabricante porque podrían sobrecalentar los los alimentos.
  3. Ajustar bien los tiempos de cocción para evitar la pérdida de nutrientes, textura y sabor. Si se sobrepasa el tiempo se pueden perder vitaminas y alterar algunos de sus componentes, como las proteínas.
  4. Los alimentos más apropiados son los que tienen un alto contenido en agua, como pescado o verduras.
  5. Es recomendable mezclar los alimentos a media cocción.
  6. Las grasas necesitan más atención porque absorben más temperatura y más de prisa. No deben colocarse en el centro del plato giratorio para controlar mejor la cocción.
  7. El tiempo de cocción aumenta con la cantidad de comida. Para el doble de alimentos, se calcula el doble de tiempo menos uno o dos minutos.

Uno de los problemas de los microondas es que no penetran bien en las piezas más grandes, lo que provoca una cocción desigual del alimento y, por tanto, mayor riesgo si no se eliminan posibles microorganismos patógenos. Se pondrán piezas pequeñas y similares para una cocción homogénea.

Puedes leer más sobre qué alimentos no son recomendables calentar en el microondas pinchando aquí.