Los datos de obesidad y sobrepeso entre la población, más del triple que hace apenas cuatro décadas, ponen en alerta a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este organismo suprenacional ha planteado ya ciertas políticas para reducirlos, por sus graces consecuancias para la salud.
Según datos aportados por la OMS y publicados en su portal web, la cantidad de personas con obesidad es casi el triple de las que había en el año 1975 y se calcula que la mayoría de la población mundial reside en países en los cuales la obesidad o el sobrepeso produce más decesos que el déficit de peso.
La propia OMS define estos dos problemas alimentarios como «una acumulación anormal o excesiva de grasa, que puede ser perjudicial para la salud». Como ya hemos explicado en otras ocasiones, el índice de masa corporal (IMC) es el indicador que permite mostrar si una persona se halla en niveles de sobrepeso u obesidad. Y lo hace estableciendo una relación entre el peso y la talla de la persona.
La OMS asegura también que la principal causa del sobrepeso y la obesidad es el desequilibrio entre la cantidad de calorías que se ingieren a diario y lel número de ellas que se gastan durante a lo largo de día. Lo que viene ocasionado por el consumo de alimentos con una gran carga calórica; además de la disminución de la actividad física en los hábitos de las personas. Lo cual hace que sea, por lo tanto, algo que se pueda prevenir.
Luchar contra la obesidad y el sobrepeso
Ambos problemas de salud pueden ser prevenibles, en la mayoría de los casos. Si bien existen distintos factores externos que pueden influir, dependiendo de las diversas comunidades de habitantes. No obstante, hay ciertas pautas a poner en práctica, de forma individual y colectiva, para contribuir con la prevención del sobrepeso y la obesidad.
Y en concreto, dentro de las recomendaciones que hace la OMS, se encuentran tres hábitos fundamentales, y de los que ya hemos hablado en estas páginas:
- Reducir el consumo de alimentos que aporten mucha energía, es decir de alimentos ricos en azúcares refinados y grasas nocivas.
- Aumentar la ingestión semanal de verduras, legumbres, frutas, frutos secos y cereales integrales.
- Realizar por lo menos una hora diaria de actividad física, si se es joven, y por lo menos 150 minutos a la semana, si se es adulto.
Para seguir estas recomendaciones de manera efectiva siempre será recomendable consultar con especialistas de las distintas áreas, ya sean médicos, nutricionistas y entrenadores deportivos, para así cumplir con estas tres recomendaciones de una manera adecuada.
Una cierta responsabilidad social
Por otro lado, y además de las medidas adoptadas individualmente, el organismo internacional que vigila nuestra salud afirma que también existe una responsabilidad social. Que es indispensable para reducir las estadísticas de sobrepeso y obesidad. Y en el que la industria farmacéutica juega un papel fundamental, para que las personas puedan llevar dietas saludables.
Dentro de las recomendaciones que dicha organización le hace a la industria de alimentos se encuentran las siguientes.
- Disminuir la cantidad de azúcar, grasa y sal en los alimentos procesados.
- Asegurar que existan alternativas nutritivas y saludables disponibles para todos, las cuales deben ser asequibles.
- Limitar la venta de comidas con grandes cantidades de grasa, azúcar y sal, en especial aquellos alimentos para niños y adolescentes.
- Apoyar la realización de actividad física periódica en los sitios de trabajo.
¿Por qué han de seguirse estas recomendaciones?
Para incentivar que las personas adopten estas recomendaciones y realicen cambios de hábitos en su vida diaria, es importante que se conozcan las consecuencias del sobrepeso y la obesidad.
Las enfermedades cardiovasculares son uno de los problemas más comunes en personas con un peso por encima de los niveles normales, siendo las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares.
La diabetes es otras de las enfermedades que pueden aparecer como consecuencia del aumento de peso y de los malos hábitos alimenticios, también pueden aparecer trastornos del sistema locomotor, produciendo enfermedades como la osteoartritis.
Mientras que, por otro lado, el sobrepeso también está relacionado con un aumento significativo en el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer, en especial el cáncer de colon, de hígado, de riñones, de vesícula biliar, de próstata, de mama, de ovarios y de endometrio. Todo esto dentro de una amplia gama de enfermedades más.