A pesar de la enorme calidad de las legumbres españolas, su consumo en nuestro país está en retroceso desde hace años, y se sitúa alrededor de 3 kilos por persona al año. Una tendencia que se pretende revertir a través de la educación: se trata de concienciar a la sociedad de las ventajas nutricionales de las legumbres y de su contribución a una producción sostenible y suficiente de alimentos.
Según explica el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente, los Alimentos de Calidad Diferenciada son aquellos productos que están protegidos por una normativa de la UE que garantiza el cumplimiento de unos requisitos superiores a los exigidos para el resto de productos.
Y las Denominaciones de Origen Protegidas (D.O.P.) e Indicaciones Geográficas Protegidas (I.G.P.) constituyen el sistema utilizado en nuestro país para el reconocimiento de una calidad diferenciada, consecuencia de características propias y diferenciales, debidas al medio geográfico en el que se producen las materias primas, se elaboran los productos, y a la influencia del factor humano que participa en las mismas.
Legumbres españolas: una garantía
Las legumbres son alimentos tradicionales que se están perdiendo en la dieta actual; tienen poco prestigio social, en gran parte porque se asocian a tiempos de escasez, y no hay un mercado «gourmet» que les de valor, aunque esto está mejorando.
El tiempo que supone su cocinado tampoco favorece el consumo, pero esto no es excusa, porque muchos establecimientos venden grano cocido, y también encontramos en el mercado platos preparados y conservas de calidad, se podría facilitar el consumo con nuevas presentaciones.
Desde el punto de vista nutricional, las legumbres aportan una cantidad moderada de calorías, proteína de buena calidad, almidón, poca grasa (excepto la soja), bastante fibra, y cantidades significativas de minerales y vitaminas. Una propiedad interesante es que sus hidratos de carbono (almidón) se absorben lentamente (es lo que se llama tener un índice glucémico bajo), lo cual es buena para todos, y más para los diabéticos. También ayudan a bajar el colesterol y combatir el estreñimiento. No contienen gluten y los celíacos las pueden consumir. Su coste hace que sean unos alimentos con una excelente relación precio/valor nutritivo.
Aumentar su cultivo
España es un país «deficitario», por lo que convendría seguir aumentado la producción, para paliar la necesidad de importar 150.000 toneladas cada año. La revista Food Technology publica una monografía en la que sintetiza el interés de las legumbres y el de promover su cultivo, ya que, de hecho, producen su propio fertilizante, por lo que requieren menos gasto en energía y tienen un impacto ambiental menor que otros cultivos y producciones ganaderas.
En España actualmente existen ocho Indicaciones Geográficas Protegidas y dos Denominación de Origen Protegida, que son:
- I.G.P. Faba Asturiana.
Es una judía seca de la variedad Granja Asturiana, de grano oblongo y alargado y fondo blanco. Tras su cocción, es la universalmente conocida fabada asturiana (entre otros platos), el grano se presenta entero, con piel lisa, albumen blando y mantecoso y poco o nada harinoso. - I.G.P. Alubia de la Bañeza-León.
La zona de producción agrícola, se encuadra en 98 municipios de la provincia de León pertenecientes a las comarcas agrarias de Astorga, El Páramo, Esla-Campos, La Bañeza, La Cabrera y Tierras de León, así como en 20 municipios de la comarca de Benavente-Los Valles, en la provincia de Zamora, colindante con la anterior. Utiliza las varieades Canela, Plancehta, Pinta y Riñón Menudo. - I.G.P. Garbanzo de Fuentesaúco.
La comarca de Fuentesaúco comenzó el cultivo del garbanzo con la colonización romana y, desde entonces, las referencias literarias sobre este cultivos son numerosas, todas ellas a favor de su calidad. En el siglo XVI el producto gozaba ya de protección real y se vendía de forma habitual en la Corte. Esta legumbre se caracteriza por su tamaño, entre mediano y grande, su pico curvo y pronunciado y una piel de rugosidad intermedia. Tras la cocción, los garbanzos se mantienen íntegros, la piel es blanda y suave al paladar y su interior uniforme y mantecoso.
garbanzo fuentesauco. - IGP Judía de El Barco de Ávila.
Pertenecen a esta IGP las variedades: blanca riñón, blanca redonda, arrocina, blanca planchada, morada redonda, morada larga y judión de El Barco. - IGP Lenteja de La Armuña.
Es una de las lentejas más sabrosas y originales del mundo y cuenta con una variedad propia e inimitable. - IGP Lenteja de la Tierra de Campos.
Lenteja de color pardo o marrón rojizo que la caracteriza. Es una de las lentejas más aptas para cocinar, ya que ni siquiera necesita remojo. De pequeño tamaño, es apreciada por su blanda textura. - I.G.P. Faba de Lourenzá.
Son judías de la variedad local de la zona de Lourenzá (Lugo) conocida como «Faba Galaica»,de color blanco uniforme, sin dibujos, de tamaño muy grande y forma arriñonada, larga y semillena.Se caracteriza por la escasa proporción de piel (entre 8-10 %) y su elevada capacidad de absorción de agua (superior al 100 %). - D.O.P. Mongeta del Ganxet.
Protege las semillas de la judía Phaseolus vulgaris L. del la variedad autóctona «ganxet», secas o cocidas y en conserva. Las conservas de judías acogidas a la DOP serán elaboradas únicamente con judías de la variedad «Ganxet» protegidas por la DOP, agua y sal. No se permitirá la utilización de ningún tipo de aditivo ni conservantes. - I.G.P. Garbanzo de Escacena.
El producto que ampara esta Indicación Geográfica Protegida bajo el nombre de «Garbanzo de Escacena» es el fruto de la especie vegetal Cicer arietinum L., del ecotipo local del Campo de Tejada y de las variedades registradas o que se registren del tipo comercial Lechoso. - D.O.P. Fesols de Santa Pau.
Ampara las semillas de judía (Phaseolus vulgaris L.) de las variedades tradicionales Tavella Brisa, Setsetmanera y Gra Petit, secas, cocidas y en conserva. La zona geográfica de producción y elaboración de las judías amparadas por la DOP «Fesols de Santa Pau» corresponde a los municipios de Santa Pau (principal núcleo de producción), Castellfollit de la Roca, Les Planes d’Hostoles, Les Preses, Olot, Sant Feliu de Pallerols y Sant Joan les Fonts (todos pertenecientes a la comarca de la Garrotxa, situada en la Comunidad Autónoma de Cataluña).
Lo importante es rescatar del olvido el consumo de las legumbres. Hoy parece como si su recuerdo estuviese asociado a épocas de escasez económica, de racionamiento. Los garbanzos, las lentejas, mucho ayudaron a aportar calorías y proteínas vegetales en tiempos de penurias. Ahora se descubre que aquellas calorías y aquellas proteínas eran mucho más sanas que las que proliferan en nuestra era de la abundancia.
Puedes descargar el mapa de legumbres con Denominación de Origen Protegida e Indicación Origen Protegida pinchando aquí.