Tanto el pavo como el pollo son dos de los tipos de carne blanca más consumidos en el mundo. Ante una dieta por temas de salud, de cara a la práctica de algún deporte o por simple adelgazamiento, son muchos los nutricionistas que aconsejan comer carne blanca. Y de ellas, pollo y pavo son las más recomendables. Pero, ¿sabes en qué se diferencian?
Y es que, a pesar de que ambas se incluyen en los mismos platos y recetas, y las dos se pueden hornear, poner a la parrilla y asar, la verdad es que hay diferencias entre pollo y pavo. Y sino, continúa leyendo.
La carne de pavo es especialmente cocinada para estas fechas, mientras que la carne de pollo es la favorita de un gran número de personas en todo el planeta, y en cualquier época del año, sin importar la ocasión.
Carne de ave, por muchas razones
Con una media aproximada del 20% de proteínas, el pollo y el pavo se sitúan en el mismo nivel proteico que la mayoría de las carnes, e incluso dependiendo de la parte que elijamos, la supera. Su cantidad de proteína oscila entre el 21,5% de la pechuga y el 19,5% del muslo.
Con menos de medio pollo, un hombre adulto sobrepasaría la cantidad total de proteína diaria que necesita, aun en el supuesto de que no consumiera ningún otro alimento rico en proteína. Por eso, el pollo (que se puede alternar con el pavo) es un alimento idóneo para el crecimiento de los niños.
Por lo general, no hay inconveniente en ingerir dos o tres veces carne de ave a la semana. Otro importante “punto fuerte” de la carne de ave es su bajo contenido en colágeno, que facilita su digestibilidad, por lo que es especialmente bien tolerada por las personas mayores y por quienes padecen problemas gastrointestinales de cualquier tipo.
Diferencia entre pollo y pavo
En cuanto a las proteínas. Ambas carnes son ricas en proteínas de alto valor biológico, aunque en la pechuga de pavo podemos encontrar más proteínas por gramo que el pollo.
La pechuga de pavo es más alta en metionina, éste es un aminoácido esencial cuya función es que el cuerpo sea capaz de absorber las proteínas correctamente en nuestro organismo.
Por lo que respecta a las calorías, ambos tipos están entre los favoritos de la industria cárnica por su bajo contenido en grasa, pero es la carne de pavo la que menos grasa tiene frente al pollo, que tiene más calorías y más colesterol. Sin embargo, el pollo tiene menos sodio y es una buena fuente de vitamina B6, fósforo, niacina y selenio.
Pechugas bajo el microscopio
Una pechuga de pollo normal tiene 165 calorías, 98mg de ácido Omega-3, 826mg de Omega-6, 4g de grasa, 1g de grasa saturada, 85mg de colesterol, 74mg de sodio y 43g de proteína. A diferencia de la carne de pollo, la de pavo es baja en grasa saturada; pero también es buena fuente de fósforo, selenio o proteína, además, es buena fuente de riboflavina.
Por su parte, una pechuga de pavo normal tiene 104 calorías, 25mg de Omega-3, 270mg de Omega-6, 2g de grasa, 0g de grasa saturada,43mg de colesterol, 1015mg de sodio y 17g de proteína.
Ya hemos hablado de la importancia del calcio en dietas determinadas, y es aquí donde encontramos otro importante dato diferenciador entre las carnes de pollo y pavo. En una pechuga de pollo, podemos encontrar aproximadamente 11 miligramos, frente a los 32 mg de calcio que podemos encontrar por cada 100 gramos de pechuga de pavo.
Queda claro que, sea cual sea la elección final que efectuemos, ambas son de las mejores opciones para cuidarnos dentro de la industria cárnica. Si quieres saber algo más sobre el tema puedes acudir a SaberVivir o a Tello.