Apenas transcurrida una semana del Día Mundial del Sándwich (3 de noviembre), os hablamos de la historia de estos emparedados elaborados con dos rebanadas de pan (de molde, en la mayoría de los casos). El relleno es casi infinito; por lo que cada uno, según sus gustos, puede prepararlo como más le guste. Se elaboran en un momento, por lo que no habrá que pasar mucho tiempo en la cocina. Y gracias a su formato, se puede disfrutar de ellos en cualquier lugar, por lo que son ideales para pasar un día de campo o playa sin tener que preocuparse demasiado por la comida.
El 3 de noviembre se celebra el Día Mundial del Sándwich, en honor de la fecha de nacimiento de quien es considerado su creador: el noble inglés John Montagu. El cuarto conde de Sandwich, un empedernido jugador de naipes, pidió un día al servicio una comida que pudiera consumir durante sus largas partidas de cartas. Por lo visto, Montagu no deseaba mancharse las manos mientras jugaba, por lo que optó por coger la carne usando dos rebanadas de pan, y originando así el sándwich en el siglo XVIII.
Comida rápida no es sinónimo de poco saludable
Un bocadillo que, sin casi quererlo, Montagu creó con una mezcla equilibrada de pan y carne seca, fácil de almacenar y llevar, para consumir en cualquier lugar y que se acabó convirtiendo en una comida muy popular en todo el mundo. Incluyendo España, donde la palabra sándwich fue acogida por la Real Academia de la Lengua en 1927.
Lo de comer o cenar de sándwich parece que siempre ha tenido mala prensa. Como si fuera el único recurso de aquellos que no son capaces de hacerse nada, bien sea por falta de pericia o bien por pura pereza. Pues bien, ya va siendo hora de desterrar esa idea.
No solo porque las recetas de sándwiches pueden arreglarnos una comida. Sino porque, además, pueden ser una alternativa saludable, a pesar de lo que muchos piensan. Lo único que hay que tener en cuenta es un optar por un buen pan y un relleno que no sea ni demasiado calórico (pues los hidratos de carbono nos lo aportará el pan), ni demasiado graso.
Consejos para hacer un buen sándwich
Poniendo un poco de atención a la técnica de su elaboración, utilizando buenos ingredientes de calidad y haciéndolo con cariño, ya verás cómo mejoran tus sándwiches en casa, cuando apliques estas claves que te damos.
No obstante, recuerda que cualquier opción que a ti te guste es válida, y la originalidad puede llegar a donde tú quieres que llegue. Lo único que tienes que hacer es dejarte guiar tu instinto, y por supuesto, seguir estos tres consejos:
- El pan de molde ideal sería el pan de molde casero, pero si eliges un pan de molde industrial, tendrás muchas opciones.
- Utiliza ingredientes saludables y que no contengan demasiadas grasas.
- Para calentar el sándwich, puedes utilizar una sandwichera eléctrica, una plancha o una sartén.
Diferentes tipos de sándwich
Cuando escuchamos la palabra sándwich nos viene a la cabeza el tradicional pan de molde cortado. Pero también son válidas la baguette, el pan de pita y otras variedades de pan. veamos pues una posible clasificación de los sándwiches más populares alrededor del mundo:
Sándwich mixto
Es uno de los más tradicionales: pan de molde relleno de jamón y queso que puede servirse frío o caliente. Pero siempre hay que tostarlo. Se puede untar con mantequilla y dorarlo en la plancha. Su historia se remonta a finales del siglo XIX en Estados Unidos, donde se empezó a servir en eventos deportivos 15 años antes de que apareciesen los populares hot dogs. En España el sandwich mixto apareció en la oferta de las cafeterías en los años 50 del pasado siglo XX.
Sándwich cubano
Es uno de los productos más típicos en los menús de las cafeterías y restaurantes de Cuba desde mediados del siglo XIX. También es muy popular en Tampa y, sobre todo, en Miami de donde se ha exportado la receta a otras latitudes. Se diseñó para ser en sí mismo un plato completo. Sus ingredientes principales son: pan cubano, jamón tipo lacón cocido, lechón, lonchas de queso, pepinillos en salmuera y mostaza picante.
Bánh mì o sándwich vietnamita
El bánh mì, tiene sus orígenes en la ocupación francesa de Vietnam. En sus inicios se realizaba con baguettes de trigo rellenas con paté, carnes y vegetales. Con el tiempo fue incorporando ingredientes autóctonos. Actualmente se elabora con una baguette de pan blanco y harina de arroz, de corteza fina y crujiente. Se rellena de zanahoria y daikon o rábano japonés, encurtidos, cilantro, cebolla, pepino fresco, paté y jamón grueso u otro corte del cerdo.
Croque-Monsieur
Este clásico de los cafés parisinos es una sofisticación del sándwich mixto. Se elabora con pan de molde, jamón york y queso emmental o gruyere. La diferencia está en que también se pone queso fuera de la rebanada y se gratina al horno. Esto le da una consistencia crujiente.Se ha documentado que apareció por primera vez en la carta de un café parisino en 1910. En 1919 Marcel Proust lo mencionó en la obra À l’ombre des jeunes filles en fleur. De la literatura a la carta hay un paso.
Club sándwich, sándwich club o clubhouse sandwich
Tiene doble piso y se sirve cortado en dos o en cuatro partes. Para su elaboración se requiere de tres rebanadas de pan tostado. Se elabora con carne de pavo, panceta, queso en rebanadas, hojas de lechuga bien picadas, tomate en rebanadas y mayonesa untada en una tostada. Se sirvió por primera vez en 1894 en el famoso Saratoga Club-House (en Saratoga Springs, Nueva York).
Shawarma o dönner kebab
El shawarma o döner kebab son sándwiches con orígenes en Oriente Medio y que están muy extendidos en toda Europa. Se sirven en pan de pita relleno de finas láminas de carne de cordero, pollo o ternera. La carne se cocina siempre en un asador vertical. Es una de sus señas de identidad. Se acompañan de diferentes vegetales y salsa de yogur o salsa picante.