Ya está aquí el invierno… ¿qué alimentos debemos tomar en esta época del año? Seleccionar productos de temporada ayuda a que nuestro organismo obtenga más energía y vitalidad. Por eso es buena idea prestar atención a la alimentación invernal.
Nos encontramos a las puertas del invierno, y si no hemos variado el menú es el momento idóneo para que ir haciéndolo. De hecho, los expertos aconsejan adaptar la alimentación invernal a las posibilidades que nos ofrece cada estación, especialmente porque los alimentos de temporada poseen siempre un mayor valor nutricional.
En caso de desconocer cuáles son vamos a hacer un pequeño repaso a los más relevantes durante el periodo invernal. Después, queda en manos de cada uno la manera de combinarlos para conseguir un menú equilibrado durante la semana al que, por supuesto, podrán incorporarse carnes, pescados y aquellos otros productos que sean más del agrado de cada cual.
Un alimentación invernal sana
Vamos con ese repaso de los principales protagonistas de la alimentación invernal, para que el frío no sea una limitación al consumo de alimentos saludables, bajos en calorías, grasas saturadas y/o «trans» y azucares refinados.
- Cítricos
El invierno es cuando menos la estación de los cítricos. De ellos podemos contar que poseen numerosos beneficios ya que son ricos en vitamina A, B1, B2 y C, además de tener propiedades antioxidantes y detoxificantes. Entre los minerales que contienen sobresalen: sodio, potasio, magnesio, manganeso , hierro, cobre y fósforo, entre otros. Las frutas que se engloban dentro de este grupo son principalmente las naranjas, mandarinas, limones, pomelos y kiwis. - Coles
A esta temporada pertenecen la coliflor, las coles de Bruselas, la col blanca y la col lombarda. Al igual que los cítricos posee una cantidad importante de vitamina C cuando se ingieren crudas o apenas sin cocer. Principalmente contienen potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro y cobre. Además, su riqueza en provitamina A o betacaroteno, beneficia a la piel. - Legumbres
En estas fechas apetecen platos calientes y las legumbres se prestan a ello. Judías blancas, lentejas, garbanzos… Hay miles de maneras de prepararlos siendo una excelente fuente de proteínas y fibra. Es muy importante saberlos preparar para obtener un alimento completo. Por ejemplo, las lentejas con arroz, las judías blancas con alguna verdura como las espinacas, y los garbanzos con algún cereal. En este caso la imaginación será tu mejor arma para conseguir una receta redonda desde un punto de vista nutricional. - Sopas y cremas
En este caso las opciones que tienes son muy variadas y lo más característico de ellas es el calor corporal que aportan en estas fechas de frío. Implican sobre todo hidratación, pero sus cualidades variarán en función de lo que lleven y aquí podemos ser creativos cien por cien. Lo único es que tendremos que estar pendientes de incluir alimentos que aguanten bien el calor y puedan soportar la cocción a la que se van a someter sin perder sus propiedades. Como punto a destacar: su bajo contenido en calorías, algo que no viene mal si estás a dieta. - Castañas
Son el fruto seco más característico del invierno, algo que nos recuerdan los numerosos puestos de vendedores de castañas asadas que podemos ver en las ciudades. Probablemente alguna vez nos hemos comprado un cucurucho sin ser conscientes de sus propiedades nutricionales y lo saludables que son para nuestro organismo. Poseen vitamina A, C y E, además de compuestos antioxidantes. Y en minerales, destacan en manganeso, cobre y potasio. - Otras frutas, verduras y hortalizas
De esta época son también las manzanas y las peras, en cuanto a frutas. Mientras que en verduras y hortalizas, las acelgas, el brécol o el apio y las zanahorias. Todos ellos son ricos en vitaminas y minerales variados.
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